Artistas REC

Bea Schulze, fotógrafa, nos ha documentado a lo largo de 2 años todo el proceso de gestación y desarrollo del proyecto, desde los primeros momentos de la excavación, con el hallazgo de restos arqueológicos, a lo largo de toda la concepción y la posterior construcción del edificio. Con sus fotografías ha sido testigo, escriba meticulosa y perseverante de una obra compleja y dilatada en el tiempo. Como resultado, podremos disfrutar de decenas y decenas de fotografías que nos recuerdan e ilustran todo el proceso.

Joan Tarragó, incombustible y sin complejos, ha realizado el súper mural de bienvenida a planta baja (de 15 metros de largo) acompañado por los motivos texturizados de los cristales de fachada. En todas las plantas de habitaciones nos ha regalado una puerta de neón hacia habitaciones imaginarias, y en la planta 1 nos ha querido dejar un mural de 8 metros con ojo de neón y flows acuáticos improvisados. Como estallido final, encontraremos también su obra en el techo del Lounge, en el último piso, con una colección de símbolos minerales y de agua realizados en neón, con una maraña de líneas y ondas que se enroscan y generan una pieza artística en toda su superficie.

Marga López, con su dibujar preciso y paciente nos ha aportado la sensibilidad femenina, nos ha hecho un plano del barrio con todo lujo de detalles, nos ha personalizado el logo REC con su estilo "orgánico" característico y nos ha creado diferentes ilustraciones que encontraremos en los cojines, la tote bag o enmarcadas en las habitaciones.

Un placer constante para la mirada.

Sergi Delgado, infatigable y prolífico, ha colaborado en la comunicación visual del hotel, desarrollando cuatro número-grafías para dotar de identidad los números de habitación y los de planta; para las puertas de las habitaciones ha utilizado unos motivos "fluidos" con esencia pop-art, mientras que para los pasillos cambia el registro con unas elaboradas trazas geométricas que se han materializado con listones de madera, integrándose a la perfección con los techos de los pasillos. Además, en el Lounge, nos ha ayudado a tamizar la luz del sol con una composición del logo descompuesto en miles de puntos. En las habitaciones también podremos encontrar 5 obras más, entre composiciones tipográficas y motivos pop-art. Como última pieza, que será la primera en ser vista, nos ha hecho una animación del logo del hotel para el vídeo mural de la entrada.

Fuimos a buscar Michael Roschach porque queríamos algo diferente para la entrada del hotel que, si te has fijado, no tiene rótulo. Él es un especialista en ver y pensar diferente. Partiendo de su conocimiento sobre hormigón sabíamos que nos propondría algo interesante y singular como así ha sido: reflejar el espíritu del proyecto REC en una pieza escultórica altamente evocadora, que nos muestra de forma simbólica el paso del tiempo -más de dos mil años de historia- bajo nuestros pies.

40 Plumas, artesanos del vidrio, han aportado su conocimiento en la fabricación de los vasos de la habitación, que provienen del reciclaje de botellas de vidrio de diferentes orígenes y han sido personalizados grabando el logo REC.

Miscelanea, la galería decana de ilustración y diseño en la ciudad, ha sido invitada a comisionar la dotación de contenido artístico en las habitaciones, aportando varios artistas que nos han creado específicamente obras vinculadas a la filosofía del proyecto.

Asimismo, también se ha encargado de la producción del material gráfico, la impresión y enmarcado de las más de 200 ilustraciones y fotografías expuestas en las habitaciones, la producción de 4 modelos de tote bags serigrafiadas y la gestión y producción de la mini guía de uso del hotel que, conjuntamente con el mapa del barrio, se obsequiará a todos los clientes.

Amaia Arrazola nos ha ilustrado, de forma simpática y desenfadada, la historia del Rec Comtal y la huella que este ha tenido en el proyecto del hotel REC. Lo ha hecho mediante un cuaderno de bolsillo que se obsequia a los clientes al llegar a la habitación.

Laura Liedo, con su estilo tan personal y característico, nos ha hecho pensar sobre el recuerdo y las relaciones humanas cambiantes, fluctuantes como el recorrido de un río.

Mariadiamantes, precisa, de exquisita elegancia, nos hace navegar delicadamente por un mundo de recorridos geométricos, en cierta manera enredados, pero asimismo nítidos y claros.

Javier de Riba nos ubica en tiempos pasados por medio de frases hechas de épocas anteriores y relacionadas con la aportación de agua a la ciudad, como: “Agua pasada no mueve molino” o “Agua corriente cura la gente” con una lección magistral de síntesis y comunicación.

Marina Capdevila nos traslada a su mundo personal en el que los protagonistas siempre son abuelos de avanzada edad, pero mostrando un espíritu joven y divertido.

Josep Abril, emblemático diseñador de moda de Barcelona, también ha estado invitado a participar en el diseño de vestuario, aportando una propuesta rompedora y desenfadada, el no-uniforme. Consiste en vestir al personal como si fuera cualquiera que acabase de entrar por la puerta, con camisetas, pantalones casuales, peto y sudaderas. Con un estilo muy urbano y con la incorporación de la gráfica del proyecto estampada sobre las camisetas. Una forma empática de vincular cliente y personal y romper antiguas formalidades ya en desuso.